Tal y como confiesa nuestro querido Isidro Montalvo, este poema nace del momento de inspiración que tuvo a las dos de la madrugada. ¿Habrá valido de algo?
«El obrero y el campesino son dos personas», comienza este Decálogo que, al margen de alguna otra frase, parece explicar el trato de subordinación y dominio que viven/sufren la mayoría de nosotros.
Y parece que el dardo caliente se lo llevan todos: El cantinero, el comerciante, el vago, el médico… Así hasta que el diablo «arrea» a los diez en el colofón final de este poema.
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Para colmo, Isidro Montalvo se compromete ahora a desarrollar su arte con versos personalizados para los atrevidos y atrevidas. ¿Te gustaría que te dedicara uno? Házselo saber en atrevete@cadenadial.com o en el WhatsApp del programa: 628547133.