Desde hace un año, Toni Prieto acaba recibiendo entre dos y tres paquetes sin estar suscrito ni haber comprado nada. Su primer «regalo» fue un carrito de bebé que se quedó ya que, en ese preciso momento, su mujer estaba embarazada: «Habrá sido un detalle de alguien», debió pensar.
Y así ha seguido durante los meses posteriores, recibiendo petates, muñecas de porcelana y fundas de móviles que no eran ni su modelo. La compañía ya le ha negado ayuda, puesto que eso «atentaría contra la protección de datos de los clientes«.