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El ingenio no tiene límites: haz tu mascarilla con un brick de leche

Carlos Rerucha

Ante la escasez de mascarillas en farmacias y hospitales, el ingenio humano ha vuelto a acudir al rescate con una nueva fórmula casera: hacer la mascarilla con un brick de leche.

Este invento, ya apodado como «mask-brick», ha sido realizado por el Instituto Andaluz de Domótica y Eficiencia Energética (IDEE), el cual asegura que esta mascarilla «ofrece mucha más protección que la que puede dar una de tela», además de ser reutilizable.

Al parecer, la clave residiría en sus 6 capas de aluminio, plástico y cartón, lo que la hacen impenetrable, con el añadido de su boquilla, lo que permite a su vez la transpirabilidad de la misma.

A continuación, te dejamos el vídeo tutorial para fabricar tu propia mask-brick. Solo hacen falta tijeras, una goma elástica, el tetrabrik y una toallita húmeda que servirá como filtro.

Si necesitas un tutorial más pausado y explicativo, además de obtener la plantilla necesaria para su fabricación, pincha en este enlace.

 

 

En 15 minutos, tendremos la mascarilla hecha

 

“Como es de plástico, podemos desinfectarla con lejía y la toallita es la que debemos cambiar a diario”, afirma Salvador Merino, subdirector del IDEE.

Aunque el producto por ahora no está patentado, en estos momentos varias empresas envasadoras ya se han puesto en contacto con el Instituto para interesarse por el desarrollo de la mascarilla.

De hecho, su reputación ha sido tan buena que la Agencia Andaluza del Conocimiento la ha incluido en su catálogo de Soluciones Innovadoras contra el Co-Vid 19.

 

mascarilla brick de leche super mujer

 

El mismo organismo ha declarado lo siguiente en cuanto al producto: «Pensamos que, con pocas modificaciones sobre el diseño final, puede convertirse en una solución de protección absoluta y económica«.

 

Un homenaje a nuestros abuelos y abuelas

 

Por último, el profesor Salvador Merino ha querido enfatizar sobre el hecho de que esta mascarilla también es el homenaje a una generación que está pereciendo en estos instantes a causa del coronavirus.

Esto se justifica con el hecho de que fue esa generación quien diseñó el tetrabrik, para su posterior aparición en el año 1963.