La catalana derrocha naturalidad, se muestra siempre de lo más cercana, trata con respeto a todo el que se le acerca y valora a su gente de siempre por encima de todo.
A sus 20 años Aitana está marcada por numerosas experiencias que le han hecho ser quien es hoy. Estos días un lejano amigo al que hace mucho que no ve le ha hecho un regalo muy especial que ha llenado de ilusión a la artista.
Estos días la nostalgia se ha apoderado de nosotros, lo cual es inevitable, pues tenemos más tiempo libre de lo normal para pensar en tiempos pasados y momentos que recordamos con cariño.
Aitana, como todos, se ha dejado atrapar por los álbumes de fotos y ha compartido una nueva imagen de su infancia que nos representa mucho ahora. De cuclillas, con las manos en la cara como símbolo de espera o aburrimiento, una mini Aitana nos alegra el día. ¡Vaya monada!
No es la primera foto de su infancia que la artista comparte en sus redes sociales. Quizá a la artista le gusta tener siempre presente sus recuerdos para no olvidar quién es, lo que ayudaría a explicar que con el paso del tiempo mantenga la naturalidad y humildad que le descubrimos en su primer día en la Academia.