Después de invitar a Luis Larrodera a su tierra a que «mueva la cadera«, tocaba impresionar a las atrevidas con el cariño que solo él sabe transmitir. Sin embargo, la jugada no le va a salir todo lo bien que él hubiese deseado.
La primera de ellas se mostraba bastante reacia a mandarle un simple beso y hasta comienza a vacilarle para colgar cuanto antes. «Dos besos van. Cógelos corriendo. Allá va otro«, comentaba con humor.