Según estos parámetros, el coronavirus en España podría tener sus últimos contagios sobre el 26 de agosto, de modo que, tal y como se planteaba ya con el anuncio de las fases de desescalada, en la «nueva normalidad» habrá una serie de medidas y recomendaciones con el fin de evitar nuevos rebrotes en verano.
Otros países europeos que han sufrido y sufren el ataque de este virus seguirían a España en esta bajada. El estudio prevé que en Italia el fin de los contagios tardaría más en llegar que en nuestro país, a pesar de que en el país vecino el brote llegó antes. Lo mismo pasaría en Reino Unido, donde no se vislumbra el fin hasta mediados o finales de septiembre.
Francia y Alemania, sin embargo, tiene una previsión tan esperanzadora como en España, fechando sus últimos contagios para mediados de agosto.
Este estudio, no obstante, no tiene en cuenta el plan de desescalada de cada país ni los posibles rebrotes que algunos expertos han asegurado que podrían tendrán lugar a lo largo del verano con la nueva vida rutinaria.
«Puede haber una segunda ola incluso antes del verano si nos lanzamos a la vida normal, deberíamos tener mucho cuidado«, anunciaba la viróloga e inmunóloga Margarita del Val a la Cadena Ser.
El temor de esta también pasa porque un rebrote del virus pueda ser más intenso incluso que en esta primera oleada. Intensidad no respecto a lo dañino del virus, sino a que el contagio sea más numeroso. Con más de 90.000 casos activos entre nuestras fronteras, la extensión del virus podría ser más rápida y acabar afectando a un mayor número de personas.