Muchas veces la rutina provoca que nos acostumbremos a llevar el pelo siempre de la misma manera y nos estamos perdiendo descubrir que podemos sentirnos más guapas con un simple cambio como variar la posición de la raya de nuestro pelo. Te aseguramos que ¡parecerás otra!
La raya del pelo puede estar en el centro, a un lado o simplemente no existir. Y todas estas opciones dependen de diferentes parámetros que debemos tener en cuenta ya que el lugar donde traces la raya marca la construcción de cada look.
Y es que el lugar elegido puede servir para disimular con el cabello aquellas zonas de tu cabeza o rostro que prefieres ocultar: frente, orejas, mandíbula…Además, las facciones también se endurecen o dulcifican dependiendo de ello.
En ocasiones, la propia genética ya te marca la opción ha elegir. Los remolinos o la escasez de cabellera son determinantes a la hora de peinarnos. Deberás confiar en la naturalidad y dejar caer tu cabello en el sentido que orgánicamente está buscando.
En cambio, si tu cara es alargada, con la raya al lado consigues el efecto opuesto y crearás más armonía.
Un factor importante a tener en cuenta es la dimensión de la frente: cuando es muy ancha lo recomendable es disimularla con volúmenes (flequillos ladeados, centrados o en diagonal)
Si tu melena es rizada, deberás marcar la raya en diagonal para enfatizar los volúmenes propios
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¿Por qué? Pues muy sencillo, cuando el cabello se acostumbra a llevar la raya en el mismo sitio, pierde cuerpo y volumen, con lo que tendremos la sensación de llevar el pelo más pegado a la cabeza. Es más, los expertos advierten de que marcarla siempre en el mismo sitio no es nada bueno porque podemos, incluso, crear pequeñas calvas en esa zona.
Y un truco: si las canas empiezan a asomar por tu cabellera, una buena forma de disimularlas es trazar la raya a través de una división en zigzag, espigando mechones de un lado a otro.