El molido del café posiblemente sea el aspecto más determinante a la hora de preparar un buen café, es más pocos contamos con un molinillo en casa y utilizamos café molido.
Existe una relación directa entre el tamaño del molido y el tiempo de preparación del café: los más finos son mejores para una preparación y extracción más rápida del café, mientras que los molidos más gruesos serán los que lleven más tiempo de preparación.
Si usas cafetera express el molido del café tiene que adecuarse a este tipo de cafetera que en apenas treinta segundos debe extraer el mayor aroma y sabor.
Por eso en este caso el molido ha de ser muy fino, casi en polvo, pero sin pasarnos porque si no aportaremos amargor a nuestro café. El café molido que se vende empaquetado es demasiado grueso, así que nos tocará comprar café en grano y molerlo en casa.
Además del grosor influirá también el prensado del café y la cantidad que utilicemos.
En el caso de la cafetera italiana debemos usar un café molido de grano fino pero no tan fino cómo el que usaríamos en una express, un café muy fino le conferirá un sabor astringente.
Además no debes prensar el café en el filtro, debe estar bien nivelado y uniforme pero nunca prensarlo.
Las cafeteras de émbolo preparan el café por infusión, lo mismo que hacemos al prepararnos un té o infusión, el agua permanece unos cuatro minutos en reposo mojando los granos de café, esto hace que el resultado sea un café muy rico y aromático.
Pero es necesario que el grano de café en este tipo de cafetera sea grueso, ya que demasiado fino el agua no tendría apenas superficie de contacto con ellos y quedaría demasiado amargo y además se filtrarían restos de café al agua.
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Si utilizas cafetera de goteo o filtro el café que utilices debe ser de grano medio, esto es cómo el que venden empaquetado, aunque es mucho mas aconsejable molerlo en casa.