Lo primero de todo, y no hace falta decirlo, es que mentir no es la solución. No solo por el hecho de que te pueden pillar, sino porque te puedes meter en un buen lío. «Vas a la calle directamente y la empresa tiene todas las de la ley», explica nuestra compañera.
Por eso, y siempre que reúnas estas cualidades, te aconsejamos que incluyas varios aspectos que, a priori, no parecen importantes: Saber cocinar, por ejemplo, te mostrará como una persona paciente, detallista y creativa. Hacer deporte o pintar lo mismo pero con cualidades como ser flexible y metódico.
Aunque mandes tu CV para un puesto de oficinista, no olvides añadir si sabes bailar; transmitirás seguridad en ti mismo, sensibilidad y grandes habilidades sociales. Y, por supuesto, domina e incluye tu afición para la lectura y la escritura.
En un tema tan controvertido como este, hemos querido saber cuáles han sido las mentiras que han utilizado nuestros atrevidos y atrevidas en su currículum. A fin de cuentas, y como resalta Luis Larrodera, uno de cada cuatro españoles reconoce haberlo hecho alguna vez en su vida.