Al parecer, los expertos habrían observado que en países con latitudes bajas, como Italia y España, la presencia de dicha vitamina es menor, provocando un mayor número de muertes en consecuencia.
Por otro lado en países del Norte de Europa como Finlandia o Suecia, donde la mortalidad ha sido menor, se encontró un nivel alto de Vitamina D en la sangre de los pacientes.
También otro estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, en Estados Unidos, concluye que aquellos pacientes -mayores de 40 años- que tenían suficiente vitamina D tenían un 51,5 por ciento menos de probabilidades de morir a causa de la infección en comparación con los pacientes que eran deficientes o insuficientes en vitamina D con un nivel en sangre de 25-hidroxivitamina D inferior a 30 ng / mL.
Es cierto que el déficit de vitamina D se asocia a un mayor número de infecciones porque tiene un papel en la activación del sistema inmune y es que la vitamina D se necesita para que la respuesta de nuestro sistema inmunitario sea adecuada.
Ahora… ¿cómo consumirla en nuestro día a día?
Podemos hacerlo a través de suplementos, pero no es lo más idóneo. Lo mejor es ingerirla de forma natural.