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En los últimos años, nuevas rutinas de alimentación como el ayuno intermitente o la reducción de porciones han ido, paradójicamente, cogiendo peso en nuestra sociedad. Diferentes dietas que, si bien es cierto ayudan a bajar de peso, pueden no servirnos a la hora de cumplir objetivos a largo plazo si perdemos los hábitos adquiridos.

Porque esa es otra, ¿qué dieta seguimos cuando ya hemos alcanzado objetivos? Normalmente, la mayoría de personas se relajan y van volviendo a sus comilonas de antes, recuperando el peso perdido y sufriendo el conocido «efecto yoyó».

Por suerte, tiene solución: la dieta «inversa», o en otras palabras, la dieta que deberías hacer cuando acabes de adelgazar.

No a las dietas milagro, Sí al «poco a poco»

¿Qué ocurre cuando bajas muy rápido de peso? Que además de poner en riesgo tu salud por no nutrirle de manera equilibrada, se suelen recuperar los kgs de forma rápida.

Porque estar en buena forma es una carrera de fondo, progresiva, no inmediata. La famosa dieta inversa nos ofrece lo siguiente: aumentar calorías semana a semana.

Para realizarla de forma efectiva, deberás contabilizar las calorías que ingeriste semanalmente durante tu etapa de adelgazamiento.

Una vez tengas el número, toca acostumbrar al cuerpo a su nueva realidad, añadiendo de 50 a 100 calorías cada semana durante un máximo de dos meses.

Todo ello por supuesto sin abusar de carbohidratos y calorías vacías. Siguiendo el proceso, conseguiremos estabilizar la grelina (hormona del hambre), reduciendo el riesgo de atracones y optimizando el metabolismo.

Ya sabes, si acabas de bajar de peso y no quieres perder resultados, este plan puede ser tu mejor aliado.