Pilar Rubio

De niña a mujer: Pilar Rubio muestra su espectacular transformación

Noelia Bertol

No sabemos si el paso del tiempo nos hace mejores pero lo que sí que está claro es que nos llena de sabiduría y nos invita a reflexionar sobre nuestro paso por este mundo. Pilar Rubio ha sido atrapada por sus propios recuerdos al toparse con una imagen de su infancia que la ha sumergido en la nostalgia y en pensamientos sobre el futuro.

«Encontré esto en Instagram y me hizo reflexionar sobre el destino y hacia dónde queremos ir… Nunca digas nunca…«, manifestaba la colaboradora de El hormiguero en el pie de foto. En la imagen se puede ver un montaje con dos fotos, una mitad de su rostro cuando era pequeña y otra mitad de su rostro en la actualidad, mostrando cómo la ha tratado el paso del tiempo.

 

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El montaje ha hecho reflexionar sobre la vida a la propia Pilar Rubio que, si bien acostumbra a compartir sus rutinas de deporte y su vida familiar, no es muy dada a abrirse emocionalmente en este terreno. Si bien su cambio físico no es muy llamativo (conserva su belleza natural y su espectacular mirada), sí que lo es el cambio que ha experimentado su vida desde entonces.

A sus 42 años, la presentadora es madre de cuatro pequeños, pareja de un reconocido futbolista y uno de los rostros más aclamados de la televisión y las redes sociales (donde tiene una comunidad de más de 5,3 millones de seguidores).

La vida nos va cambiando poco a poco y no somos capaces de observar la magnitud de los cambios hasta que los vemos en su conjunto, y quizá eso es lo que le ha ocurrido a Pilar Rubio al mirar la fotografía.

Una Navidad especial

 

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La influencer vive la Navidad de forma muy especial desde la llegada de sus hijos a su vida. Este año, a pesar de todo, la televisiva tiene mucho que agradecerle al 2020, pues este verano recibieron a Máximo Adriano, el pequeño de la familia.

En su casa ya ha comenzado con la ambientación navideña decorando un árbol de gran tamaño. La aventura no ha terminado y en los próximos días decorará otro con sus hijos. Eso sí, asegura que estos siempre «empiezan a montarlo con mucha ilusión y a los diez minutos me quedo yo sola porque se aburren«. ¡Típico!