El videoclip es sencillo, comienza con el cantante desorientado y se le une la de Huelva con una potente sensibilidad. Cuando aparecen juntos en el vídeo la magia se palpa en el ambiente. La complicidad que derrochan en cada una de las imágenes también se transmite en sus voces en forma de dulzura. Sin duda, ¡una combinación llena de talento!
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Hay que estar muy atentos si queremos descubrir la historia que cuentan estos dos músicos. Una historia basada en la relación de amor entre una chica y una playa. Es un símil de dos realidades alejadas. Por un lado, la chica, que no entendía los mensajes de amor que le enviaba la playa en forma de paisajes. Por otro lado, una playa catalogada como el Dios de la naturaleza. La chica cae rendidamente enamorada de la playa y cada pisada de sus pies descalzos sobre la arena. Por eso, la única manera para encontrarse era hacer un Castillo de arena.
Como hacen las olas
Me acerco a ti
Deshaciéndome
Si no queda playa
Me estrellaré
Sólo con tú piel
Maldita marea
Me aleja siempre al atardecer
La luna me llama
Y se pone el sol
Te he vuelto a perder
Y paso la noche buscándote
En el fondo del mar
Te busco en la playa
Por mar sé que aparecerás
Sólo tengo que hacer
Un castillo de arena
Bajo tus pies
A veces te siento
Al tumbarme al sol
Y sigues mis huellas
Y al día siguiente
No queda sol
Nadie va hasta el mar
Las olas se aburren buscándote
No aparecerás
Un barco me cuenta
Que se acabó
El verano ayer
Me voy de la playa
Ahora sólo sé desaparecer
Y paso la noche buscándote
En el fondo del mar
Te busco en la playa
Por mar sé que aparecerás
Sólo tengo que hacer
Un castillo de arena
Bajo tus pies
A veces te siento
Al tumbarme al sol
Y sigues mis huellas
Cuando me voy
Merece la pena buscarte
Merece la pena parar a escucharte
Si sigues hablándome
Yo sigo escuchándote
Despierto esperándote
Y duermo inventándote