Sandía cortada

Cuidado con comprar sandías y melones cortados por la mitad, no es tan bueno como crees

Noelia Bertol

Es una situación muy típica. Comprar grandes frutas como sandías o melones a veces no es productivo en algunas familias, que no la consumen en gran medida. Por ello, estas terminan optando por las mitades que los propios supermercados preparan para la compra.

Sin embargo, ¿es esta una buena opción? Al parecer, no tanto como crees. Se ha dado, incluso, el caso de un brote de salmonela en EEUU, relacionado con melón y sandía cortados y envasados. Las causas más probables podría ser una mala manipulación de las frutas, no respetar las normas de higiene, la contaminación cruzada o haberse saltado la cadena de frío.

 

 

Puede que a tu bolsillo le venga bien, incluso que este gesto te ayude a no tirar comida, puesto que una pieza de sandía o melón al completo puede terminar estropeándose en la nevera si no se consume a los pocos días de su compra.

No obstante, debes tener en cuenta que cuando un producto como la fruta de abre y se expone al aire, esta comienza a alterarse. Si a esto le añades que con frecuencia los supermercados no suelen mantener estas mitades refrigeradas, sino a temperatura ambiente, es muy probable que con el paso de las horas aparezcan microorganismos.

 

¿Y si le quito la primera capa antes de consumirla?

 

Es muy habitual recurrir a eliminar la primera capa cuando nos parece que, de un día para otro, en la sandía o el melón ya cortado se ha generado una capa más rugosa y con peor aspecto, y la fruta haya perdido su brillo. Pero, aunque te cueste creerlo, este gesto puede no resultar eficaz siempre.

Según las palabras de la dietista-nutricionista Beatriz Robles el pasado domingo en el espacio Ser Consumidor de la Cadena Ser, en estas mitades preparadas los microorganismos de la superficie podrían haber contaminado el resto de la pieza.

Entonces, ¿cómo debo consumir estas frutas?

 

Lo más importante a tener en cuenta es que este tipo de frutas están llenas de propiedades beneficiosas para nuestra salud. No obstante, dentro de este parámetro debemos saber que hay ciertas actitudes en nuestro día a día que nos ayudan a mantener todas esas propiedades intactas y otras que, sin embargo, no ayudan.

Si quieres comprar una mitad de sandía o melón porque crees que una pieza entera se te estropeará en la nevera, lo conveniente sería que lo hicieras en tiendas locales que te parten la pieza de fruta al momento o, en su defecto, en supermercados que las mantuvieran refrigeradas. 

Un aspecto a tener en cuenta en estos lugares es que el envase que las envuelve esté completamente limpio. Si este tiene mal aspecto o no está bien adherido a la fruta, lo más probable es que haya entrado el suficiente aire como para terminar afectando a la pieza en cuestión.