El ideal de belleza comienza a cambiar. La mujer ha roto cadenas y ahora, ya no está mal visto que luzca el vello corporal en axilas e, incluso, piernas. ¡La tiranía de la depilación llega a su fin!
Pero no todas las mujeres han preparado su mente para verse al natural, es un cambio de mentalidad brusco y, en ocasiones, nos resistimos a ello.
Si estás harta de que tu maquinilla de color rosa cueste más que la de los hombres. Si la crema depilatoria no te ofrece los resultados oportunos. Si te depilas y a las 36 horas comienzas a parecer un oso de peluche, quizá haya llegado el momento de conocer algunos trucos que alargarán el efecto de tu depilación.
Escojas el método que escojas, sabes que el pelo crece y que no tardarás en repetir la depilación. Sin embargo, puedes poner en práctica estos trucos para disfrutar mejor de los resultados de tanto sacrificio:
– Exfolia tu piel un día antes de depilarte. Conseguirás eliminar restos de piel muerta y prepararla para lo que verdaderamente te interesa. Además, lograrás sacar a la superficie pelos enquistados que desaparecerán al día siguiente.
– Hidrata muy bien tu piel antes y después de la depilación. A mayor hidratación, mayores posibilidades de que el pelo salga más fácilmente. La crema que uses tras la depilación debería tener algún compuesto que calme la piel. Date un buen masaje y admira tu obra maestra.
– La depilación, siempre por la noche. En parte porque la piel parece estar más receptiva y, sobre todo, porque pasarán un buen número de horas hasta que vuelva a darte el sol, factor este que incide directamente en el crecimiento del vello.
– Cambia tu cuchilla a menudo. Lo sabemos, la propia marca fabricante te ha ofrecido un cheque en blanco para que le dejes tu maquinilla ya que quieren incluirla en su museo particular. Cada ocho semanas deberás cambiar tu cuchilla. En caso contrario, el efecto que conseguirás es el mismo que si cogieras un pelador de verduras y te depilaras con él.
Resulta sencillo encontrar en Internet una serie de trucos no tanto para retrasar la depilación como para disimular que tienes las lianas de Tarzán en diversas partes de tu cuerpo. Entre los más destacados está la socorrida agua oxigenada (tendrás el mismo pelo, pero achicharrado e incluso llamará más la atención), usar maquillaje (nuestro cerebro no tiene capacidad para entender este consejo) o aplicarte crema bronceadora (el moreno oscurece la piel y no se ve el pelo).
Como trucos pueden tener una efectividad cercana a los 15 minutos, pero parecen olvidar que depilarse no deja de ser una agresión a la piel y al propio organismo. El pelo está ahí para algo y quitarlo puede ser estético, pero tu cuerpo se resiste a parecer el de una muñeca y por eso sigue produciéndolo.
Es decir, la idea es ayudar al cuerpo a desprenderse del vello y paliar los efectos de ese ataque. Solo así te resultará más sencillo ralentizar el crecimiento del vello y alargar más la duración de tu depilación.
El resto no deja de ser pan para hoy y hambre para mañana. Es más, los dermatólogos aconsejan alargar al máximo el periodo entre dos depilaciones para que la piel se recupere lo mejor posible. Así que ya sabes, el uno de octubre puedes decirle a tus piernas, y a otras partes de tu sandunguera anatomía, que hasta la primavera van a descansar de tanto arañazo, corte y confección.
¡Y al que no le guste que no te mire! Recuerda que tampoco se ha muerto nadie por llevar dos pelos de más. Esperamos haberte ayudado a aumentar tu repertorio de trucos y a entender que lo agradable a la vista no siempre va ligado a lo saludable.
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