Pero, ¿quiénes nos causan más estrés, los maridos o los hijos? Según un estudio realizado en EEUU, en el que encuestan a 7000 madres, nuestras parejas llegarían a ser diez veces más estresantes que los pequeños de la casa.
Al parecer, la razón más importante respecto a este fenómeno reside en la expectativa. Mientras que de los hijos esperamos conflictos, como es normal en la vida, de las parejas esperamos más una figura de apoyo que de carga, algo que en muchas ocasiones no se produce.
A continuación, la explicación completa. ¡Todo encaja!
Ninguna relación es un camino de rosas. Todas requieren sacrificio por las dos partes para establecer normas y un sistema de valores en la familia, más si nos metemos en una rutina de convivencia.
Aquí, el 75% de las mujeres encuestadas por el estudio aseguran no sentirse respaldadas por sus maridos en las tareas de crianza y mantenimiento del hogar.
Una realidad que poco a poco debilita los cimientos de la relación, descompensando la balanza y generando mucho estrés en ellas.
El estudio sobre este fenómeno se centra, además de la convivencia, en el comportamiento infantil de muchos maridos.
Históricamente, el sistema le ha atribuido por obligación el deber de los cuidados a las mujeres. Unos cuidados que iban desde los hijos, pasando por los maridos y acabando con los padres.
Si bien es cierto que esto poco a poco está cambiando, habiendo cada vez más hombres implicados con las tareas domésticas y el cuidado de los pequeños, sigue sin ser suficiente.
Tanto es así que el 46% de las encuestadas se sienten segundas madres de sus parejas, confesando que al llegar éstas a casa del trabajo, tienen la sensación de que son un hijo más al que atender.
Así lo explicaba una de las participantes: «Estoy física y mentalmente exhausta cuando mi marido vuelve a casa. Siento que es otro trabajo el tener que estar pendiente de él”.
Desde luego, aún queda mucho camino por recorrer. ¡No estás obligada a cargar con todo!