Si eres de los que optan por poner árbol de Navidad te damos algunos consejos para que tu árbol sea la envidia de todos.
Lo primero escoge el lugar dónde lo vas a poner y el tamaño acorde a ese lugar, muy pequeño no lucirá y demasiado grande agobiará. Debe quedar integrado en la casa sin molestar.
El árbol natural es desde luego la opción más ecológica, además aporta calidez a la casa y un maravilloso olor. Escoge uno con muchas ramas que tapen el tronco, mejor frondoso que alto.
Deberás regarlo un par de veces a la semana, colocarlo en un lugar de la casa dónde no hay corriente y la calefacción no sea muy alta y si tienes jardín o terraza podrás trasplantarlo cuándo se pasen las fiestas. Es importante también buena ventilación y luz natural.
Los árboles artificiales son más baratos y fáciles de encontrar y sus ramas aguantan mejor el peso de los adornos.
Piensa primero qué estilo quieres darle, tradicional (rojo, bayas y piñas) o más moderno (con accesorios de papel, cristal y colores cobrizos).
Hay tres adornos que no pueden faltar en tu árbol: las bolas, el espumillón y la estrella. Colócalos de abajo a arriba, dejando abajo los más grandes y centra la decoración en la parte que más se ve.
El orden a la hora de decorar tu árbol sería: luces, adornos y bolas grandes, guirnaldas y espumillón y adornos pequeñitos para rellenar huecos.
Un adorno que aportará originalidad y belleza a tu árbol son las bolas transparentes con purpurina o mensajes dentro.
En cuanto a las luces es importante ponerlas lo primero, si no se enredarán con los adornos, ponlas de arriba abajo y empieza por el interior de las ramas y recuerda apagarlas por la noche o cuándo salgas.
No utilices demasiados colores, elige un color de base y otros dos más. Por ejemplo oro o plata de base y rojo y blanco cómo colores complementarios.
Para terminar es importante cubrir el pie del árbol. Puedes hacerlo con una tela de yute o con motivos navideños y colocar paquetes envueltos alrededor o incluso alguna cesta.