Como cualquier otro organismo con aparato digestivo, nuestros perros también se ponen malos del estómago y en última instancia, devuelven lo que les sienta mal.
Un hecho que tiene dos orígenes fundamentales en el universo canino: la predisposición genética de cada raza y obviamente, lo que comen.
Todo dueño de perro sabrá que a sus mascotas les encanta comer cosas que encuentran por el suelo, sin saber que éstas les pueden causar muchos problemas.
Hoy te enseñamos a frenar este mal hábito con una técnica de adiestramiento sencilla y eficaz. Para ello necesitarás lo siguiente: correa corta, correa larga, collar, cordón pequeño, premios y objetos trampa (combinando comida con objetos tales como pañuelos y calcetines).
A continuación te damos los cinco pasos clave que deberás repetir con las diferentes correas y cuerdas.
De esta forma asimilará mejor el aprendizaje, yendo desde un punto más restrictivo hasta una libertad relativa, igual que en sus paseos. Así pues, empecemos:
Al final, el procedimiento siempre es el mismo: atar con correas y cuerdas e ir dando más libertad a medida que el perro comprende que no debe caer en la tentación de coger los objetos trampa.
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