El caso es que a muchas parejas pasa factura el hecho de compartir el lugar del sueño, por eso se ha puesto la mirada en aquellas que duermen en camas separadas. Este gesto se suele asociar a problemas matrimoniales o en la pareja, pero nada más lejos de la realidad.
Muchas son las parejas (1 de cada 4 según la Fundación Nacional del Sueño en Reino Unido) que deciden voluntariamente dormir en camas diferentes para poder disfrutar de un sueño independiente pero, ¿realmente esto ayuda a la relación?
Está claro que en el sueño no están todas las claves para mejorar una relación, pero sí que puede ser un camino efectivo para fortalecerla. Te explicamos por qué.
Esto no solo nos afectará en el cansancio, sino que se verá reflejado también en nuestras emociones y nuestro comportamiento, y es probable que desemboque en una apatía con la relación y la otra persona, a quien terminamos culpando de nuestras emociones y frustraciones.
Muchos son los que piensan que dormir en camas separadas hará que a la larga se vaya perdiendo la magia y el cariño, pues con la separación también se toma distancia de los abrazos, las caricias y los besos nocturnos. ¿Dormir en camas distintas hace realmente que la llama se apague?
Algunos expertos aseguran que ocurre lo contrario. El no tenerse físicamente cerca cada día hará que surja en sus miembros una necesitad mayor de buscarse y estar juntos. Como cuando no compartían vivienda y buscaban a la desesperada pasar la noche juntos. De esta manera las noche de pasión son más especiales.