Dos a falta de uno. El 2020 nos ha dejado un sabor amargo en muchos sentidos, pero no a nivel musical, y menos en lo que respecta a Enrique Bunbury, que este año tan atípico ha lanzado dos trabajos discográficos.
Posible veía la luz el pasado mayo, con temas como Cualquiera en su sano juicio (se habría vuelto loco por ti), Hombre de acción o Deseos de usar y tirar, que además contaron con videoclips muy artísticos y trabajados. Una demostración de que el artista brota creatividad por los poros y ganas de reinventarse constantemente. Eso sí, manteniendo la esencia que le caracteriza.
El pasado viernes 11 de diciembre veía la luz su segundo disco este año, Curso de levitación intensivo. Un disco que no estaba previsto, como nada de lo que nos ha tocado vivir desde marzo, y que ahora llega con más fuerza que nunca. Con el coronavirus los planes de Enrique Bunbury, como los numerosos artistas, se desvanecieron.
Fue en ese momento en el que el artista decidió ponerse manos a la obra con un nuevo proyecto. Lo que iba a ser un EP terminó siendo un disco con temas que son pura efervescencia, como el sencillo que nos presenta ahora, El precio que hay que pagar.
¡Qué maravilla!
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