Aún está por determinar si se acepta elevar la edad pediátrica de salida de los menores hasta los 14 años, tal y como han pedido algunas comunidades autónomas como Extremadura o Galicia.
«Los niños van a salir a partir del 27 bajo ciertas condiciones que se concretarán en el Consejo de Ministros del martes y que requerirán de la autorización del Congreso para que en ciertas condiciones y siempre preservando su seguridad y salud puedan salir de sus domicilios», avanzaba el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Ejecutivo con los presidentes de las comunidades autónomas.
En lo que coinciden todos los expertos, a la espera de que el Gobierno publique hoy las directrices de desescalada de menores es que el menor deberá salir a la calle con uno de sus progenitores, no con los dos; que la duración de la salida sea «recortada en el tiempo» y que no se permita el juego en parques, cuyo mobiliario puede ser foco de contagio.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, subraya en sus comparecencias que para frenar el contagio las medidas más efectivas siguen siendo el lavado de manos y la distancia social. Pero en esta ocasión si ha matizado que las mascarillas ahora mismo son recomendables.
Precisamente, el Boletín Oficial de Estado (BOE) recogía el pasado domingo una orden ministerial con indicaciones al respecto sobre su fabricación y uso: «En el caso de mascarillas destinadas a la población infantil […] deberá tenerse en cuenta las especificaciones técnicas UNE-EN 14682:2015 Seguridad de la ropa infantil: cordones y cuerdas ajustables en ropa infantil, en cuanto a que los arneses que sirven para la sujeción a la cabeza para las mascarillas higiénicas para niños deben poder sujetarse sin generar nudos, extremos libres o elementos tridimensionales. Asimismo, se recomienda la colocación de una advertencia para que la mascarilla se utilice bajo la supervisión de un adulto».
Existen mascarillas específicas para edades comprendidas entre los 3 y los 12 años. Se han diseñado en tres tallas diferentes en función de los datos antropométricos de la población española. A partir de esa edad, el menor puede llevar una mascarilla normal, como la de cualquier adulto.
Las mascarillas infantiles cubrirán también la nariz, la boca y la barbilla, ajustándose de forma adecuada. Para ello, las gomas deberán ser ajustables. Y, por supuesto, estarán fabricadas de un material filtrante adecuado y que permita la respiración.
El cuerpo de la mascarilla debe tener unas dimensiones determinadas de altura y anchura en función de la talla.
Para la pequeña será de 5,5cm x 13 cm.
En la mediana de 6,5cm x 15 cm
En la grande, de 8,5cm x 17 cm.
Además, deberá tenerse en cuenta para establecer el arnés de cabeza, el contorno de la misma en función de unos marcadores por edad y percentil. El arnés de cabeza se sujeta a los laterales del cuerpo de la mascarilla.