Esta es una premisa que Alejandro Fernández tiene muy clara. Sin ir más lejos, su último trabajo, Hecho en México, es un viaje por sus raíces. Paradójicamente, y aunque los artistas son de naturaleza viajera, el mexicano está estos meses disfrutando de su hogar, su tierra y su familia, en unas fechas en las que tendría que estar preparándose el regreso a los escenarios.
El artista aprovechó los meses de encierro para ponerse más en forma desde casa. Ejercicio y buena alimentación que han tenido un resultado positivo en su aspecto. No nos malinterpretes, Alejandro Fernández siempre se ha ganado nuestros ojos, pero ahora, además de eso, nos ha demostrado que le ha echado una carrera al tiempo y parece que le lleva ventaja.
Su pelo blanco nos transmite madurez y experiencia acumulada, pero en el resto de su cuerpo es difícil encontrar signos de los 49 años que acumula. ¡Pareciera que superara por poco la treintena!
El artista «se hizo» en México al nacer y también en su país natal se ha moldeado y nutrido, no solo por fuera, como podemos observar, sino también por dentro. Alejandro Fernández está lleno de experiencias, pero también hay espacio para la vitalidad y la energía que le empujan a embarcarse en las mayores aventuras.