¿Con qué frecuencia te llegan a través de tu móvil fotografías del pasado a través de Google Photos para evocar momentos que creías olvidados?.
También eso tiene un porqué. Son estrategias utilizadas por las distintas plataformas digitales para, entre otras cosas,segmentar audiencias publicitarias, dinamizar las redes sociales, retener al usuario o invitarle a establecer lazos afectivos con ellas. Según datos de Facebook, más de 90 millones de personas abren diariamente la pestaña de los recuerdos.
Son ya muchos los estudios que han demostrado que documentar nuestras vidas en redes sociales como Instagram o Facebook reduce la probabilidad de que retengamos esos momentos en nuestra memoria.
También te puede interesar:
El duro discurso de Soraya sobre las redes sociales: «Hemos perdido la cabeza»
Que los recuerdos se graben para siempre en tu memoria necesita un proceso. Lee atentamente:
1º El origen de un recuerdo es la percepción de una sensación (visual, auditiva, olfativa, táctil)
2º Estos datos son enviados al hipocampo que se encarga de decidir si las almacena o no como recuerdos a largo plazo. Los parámetros que rigen esta determinación son: la familiaridad, la repetición y la excitación emocional.
La tecnología digital se ha asentado tan fuertemente en nuestras vidas que ha derivado en un cambio en este proceso y provocado que sea más complicado que nunca estar conectados emocionalmente con nuestras experiencias.
Julia Soares y Benjamin Storm, investigadores de la Universidad de California, Santa Cruz, llevan años estudiando la influencia de la tecnología digital sobre la memoria. Y entre las conclusiones más importantes que han obtenido destaca precisamente esta: cuando hacemos fotos con los teléfonos, nos alejamos del momento para capturar la experiencia y, por tanto, la almacenamos más superficialmente.
Es lo que se denomina “desconexión de la atención” es decir, poner una pantalla entre uno mismo y el acontecimiento que se quiere registrar.
El triste final de todo esto es que te pierdes las sensaciones del presente… Por eso es importante buscar un equilibrio y ser selectivo, elegir bien qué momentos quieres mostrar al mundo y cuales disfrutar de forma íntima y recordar toda la vida.