En el 2017, fallecía a los 43 años el productor Xavi Pérez, con quien Orozco había trabajado durante 25 años y quien fue el encargado de darle forma a su carrera en la música, además de haberse convertido en un gran amigo y una de las personas más importantes de su vida.
Apenas un mes más tarde, fallecía su expareja y madre de su hijo tras superar una larga enfermedad. Poco tiempo después, lo hacía su mejor amigo.
Tres muertes que dejaron un gran vacío en la vida del artista, vacío que este quiso llenar de música. Estos días lanzaba su nuevo proyecto musical en el que está la esencia de todas estas experiencias y su mayor apoyo durante estos años, su hijo Jan.
“Han sido años durísimos y cuanto más trabajaba menos me acordaba de todo. Llegué a estar al borde del colapso, de la locura, pero fue más por el nivel de trabajo que por el recuerdo”, ha expresado Antonio Orozco en una entrevista concedida a ICON.
La música fue su bote salvavidas, aquello que le permitió tener la mente ocupada y no dejarse arrastrar por las pérdidas consecutivas de tres seres queridos. El resultado de ello es Aviónica, un disco lleno de verdad y agradecimiento a todos los que le han acompañado durante su carrera.
En redes lo vemos habitualmente presumir del talento de su hijo Jan, que estos días cumplía 14 años. El joven tiene madera de músico y, de hecho, ha compuesto una de las canciones que forman parte de Aviónica, La marea.