Se acerca una etapa de preocupación para la población. El alto número de casos positivos, que continúa in crescendo, sumado a la gripe que ya de normal preocupa por estas fechas, hace que la situación pueda descontrolarse de nuevo en los centros sanitarios.
Debemos poner de nuestra parte, no solo cumpliendo con las medidas de seguridad llevando la mascarilla, utilizando los geles hidroalcohólicos o manteniendo la distancia de seguridad, sino también protegiendo nuestro sistema inmunitario.
Parece lógico pensar que, si reforzamos nuestras defensas, al virus le será más complicado instalarse en nuestro organismo. Pero, ¿cómo refuerzo mi sistema inmunitario? Con una parte fundamental de nuestra vida: la alimentación.
Bien sabemos que hay ciertos alimentos que tienen consecuencias positivas en nuestro cuerpo, nos mantienen activos, llenos de energía y sanos. Y, además, pueden ayudar a nuestro organismo en la lucha contra el coronavirus.
Al menos a esa dirección apuntan cada vez más las distintas investigaciones. «Se considera fuera de duda que la ingesta correcta de nutrientes esenciales tiene un impacto beneficioso en el sistema inmunitario y la protección contra las enfermedades infecciosas», expresaban un grupo de expertos en Nutrigenómica y Obesidad de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) y del CIBEROBN.
Un estudio llevado a cabo por estos profesionales y publicado en la revista Nutrientes aseguraba que la falta de ciertas vitaminas (D,C y B12) y minerales (hierro y zinc) en nuestro organismo, se asociaba a un impacto mayor la COVID-19 y una mayor mortalidad.
Traducido a alimentos, ¿cuáles no puede faltar en tu dieta para reforzar tu sistema inmunológico? Te nombramos algunos de los más ricos en estas vitaminas y minerales, aunque estos deben formar parte de una dieta variada con nutrientes de todo tipo.
Pescados, lácteos y cereales
El salmón, el atún o la trucha son algunos de los pescados con mayores cantidades de la vitamina B12, además de vitamina D. También los lácteos como el yogurt, el queso o la leche entera, o los cereales (que se encuentran en la pasta o las harinas). Estos últimos serán mejor cuanto menos refinado esté el producto final, lo que asegura que el cereal conserva más sus propiedades.
Cítricos y verduras como el brócoli
Todos sabemos de las grandes propiedades de las frutas y verduras. No hay resfriado sin zumo de naranja recién exprimido o un buen caldo de verduras. Las frutas cítricas como la naranja, el pomelo o el kiwi tienen un alto contenido en vitamina C. También verduras y hortalizas como el brócoli, el tomate, las patatas o los pimientos poseen altas cantidades de esta vitamina. Con una dieta variada, ¡no falta esta vitamina en tu cuerpo!
Frutos secos y legumbres
Las lentejas son ricas en hierro, como también gran parte de los frutos secos (nueces, anacardos, avellanas, almendras, pistachos). El hierro es fundamental en nuestra alimentación para evitar la anemia, que es la falta de hemoglobina en la sangre.
El hierro también está presente en las verduras de hora verde como las espinacas o las acelgas, así como en los cereales integrales mencionados anteriormente.
Huevos
Terminamos la lista mencionando algunos alimentos ricos en zinc, otro mineral esencial en nuestro organismo, cuya deficiencia puede causar la pérdida de cabello, del apetito o diarrea. Algunos, como el arroz integral o los cacahuetes se engloban en algunos de los grupos que hemos mencionado antes por ser ricos también en otras vitaminas.
Para añadir uno nuevo, destacamos el huevo, uno de los alimentos de mayor con mayor aportación proteica. Contiene vitaminas como la A, B2, B12, D y E, fundamentales en nuestra alimentación. Otro alimento rico en zinc es el cacao puro, presente en los chocolates negros con un alto porcentaje.
