Así lo contaban hace unas horas en la NASA, donde ya han advertido a las autoridades internacionales sobre una fecha en concreto: el 2 de noviembre.
«Cae en lunes» diríamos aquí, como si fuese un festivo. Afortunadamente, la masa rocosa tiene un tamaño demasiado pequeño (un frigorífico) como para llegar a hacer un impacto en nuestro planeta.
Los expertos le dan una probabilidad del 0,41%: «Es muy pequeño, aproximadamente 2 metros. Si entrara en la atmósfera se desintegraría en muy pequeñas partes».
No obstante, una nueva teoría apunta hacia el 21 de diciembre de 2021 como fecha definitiva del juicio final.
Tras descifrar un código oculto en el antiguo testamento judío, el rabino Matityahu Glazerson y otros expertos en textos religiosos han confirmado que 2021 podría significar nuestra despedida como especie.
Sea como sea, al final son solo teorías. Además, a este paso, el fin de los tiempos nos pilla en cuarentena.