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Desde que Alejandro Sanz y Rachel Valdés comenzasen su relación, las muestras de cariño del intérprete hacia la artista han sido notorias y llenas de amor real, puro, sin fisuras. Por desgracia, el mundo cada vez está más lleno de «haters» cuyo único propósito es destruir la confianza del resto.

Un fenómeno negativo de nuestra sociedad que acaba de atizar a la pareja de Sanz en su última publicación, en la que ésta presentaba una de sus última creaciones en La Habana: un monumento de cristal azul en pleno malecón de la capital latinoamericana.

Fue entonces cuando una usuaria criticó duramente el proyecto con un comentario que acabó borrando posteriormente, viendo el revuelo causado.

No obstante, Alejandro Sanz llegó a tiempo para responder y defender a Rachel con el siguiente mensaje.

 

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The deep blue inside and out. / El profundo azul dentro y fuera. . #rachelvaldes #cuboazul #artinstallation #blue #installationart #environmental #havana #cuba

Una publicación compartida por Rachel Valdés (@rachelvaldes_studio) el 8 de Sep de 2020 a las 8:34 PDT

Sanz y Valdés, dique de contención al odio

«Tú a lo tuyo amor, a crear, a creer… lo demás es el ruido que acompaña a la belleza que molesta porque se sale de la oscuridad… simplemente insignificante», empezaba escribiendo el cantante.

Más adelante, el intérprete de Mi Persona Favorita remató con esta bella dedicatoria: «Viva tú y tu obra bella que engrandece Cuba y el resto del mundo. Mírame a los ojos… eso… ya está. Los mediocres chillan, la gente brillante… ssshhhh solo crean. Te amo y te admiro».

Como era de esperar, la autora de la obra también quiso zanjar la polémica con una elegante respuesta: «Solo puedo decir que estás en un error. No sabes absolutamente nada de mi vida como para hablar con tanta certeza ¿Y quién dice que he dejado Cuba?».

Ante el odio, el silencio es cómplice.