Hay quien cede siempre el asiento, otra que da de comer siempre a sus hijos y quien trabaja con gusto en una residencia de mayores. Gestos igual de honrados que el del primer señor, que no solo echa una mano a las dependientas, sino que también se preocupa de que Saray no pase frío.
Estos oyentes nos han dado motivos para confirmar que sí lo son, aunque hay otras dos señoras… Justo las habíamos pillado hablando sobre ello, y aunque no nos dan ningún motivo, ellas nos aseguran que lo son. Habrá que creerlas…
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