Como un jarro de agua fría. Así nos cayó ayer la noticia de que Google había decidido suspender los negocios con Huawei que requieran la transferencia de productos de hardware y software, excepto los cubiertos por licencias de código abierto. Para entendernos, la guerra fría entre EE UU y China se ha cobrado la primera víctima en el mercado tecnológico. Huawei ha entrado en la lista negra que impide a las firmas estadounidenses venderle componentes o software. El gobierno de Trump ha dado una tregua de tres meses antes de la entrada en vigor.
Y una vez más, somos los sufridos consumidores las víctimas de esta batalla en las alturas.
Tranquilidad ante todo
«No te preocupes. Estamos preparados». Así comienza el vídeo de Huawei que ha lanzado para explicar que los smartphones y tabletas que ya fueron vendidos o actualmente están a la venta se podrán usar con total normalidad.
Es más, la empresa ha asegurado que en estos dispositivos será posible seguir utilizando y actualizando servicios como Google Play y Gmail.
¡Mira el vídeo!
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Según publica el portal Euronews, las operadoras británicas EE y Vodafone han decidido paralizar las ventas de smartphonesHuawei 5G.
Dichas corporaciones, se unen así al veto a la compañía china aprobado por Estados Unidos la pasada semana.
Y no son las únicas. Otras grandes compañías de telefonía del mundo han decidido darle la espalda a Huawei, tras la decisión de las gigantes tecnológicas estadounidenses de dejar de suministrarle tecnología para cumplir con la orden del presidente, Donald Trump.
Es más, Huawei no podrá usar chips ARM, imprescindibles para fabricar sus móviles. A perro flaco todos son pulgas. ARM es la empresa dueña del diseño básico de los chips móviles modernos y también ha decidido vetar a Huawei, que ya no podría fabricar sus móviles ni usar Android.
¿Qué va a pasar con mi móvil?
La empresa China se ha apresurado a lanzar un comunicado, asegurando que los actuales usuarios de Huawei podrán seguir descargando apps en Google Play.
En España, Huawei se ha consolidado como el primer proveedor de redes tanto de banda ancha fija (fibra o ADSL) como móvil (4G) y trabaja con todos los operadores nacionales de telecomunicaciones (Telefónica, Vodafone, Orange y MásMóvil). Casi uno de cada cuatro móviles que se venden en España son Huawei.
Como usuario de un Huawei podrás seguir teniendo acceso a la Play Store, pero no podrás actualizar el sistema operativo de tu terminal. Esto supone un grave problema: primero, de seguridad y después, de obsolescencia del móvil o la tableta, que en poco tiempo quedarán desfasados e inutilizables.
¿Tendré Gmail, Whatsapp, Youtube, Maps…?
De momento si, pero poco a poco conforme se vayan actualizando las apps, al no poder acceder a las nuevas versiones, estas aplicaciones empezarán a funcionar mal y tu móvil se expondrá a virus y hackeos,
¿Qué solución nos da Huawei?
Es cierto que Huawei podría desarrollar actualizaciones del sistema Android, pero eso, de momento llevaría su tiempo. Hasta entonces, serían muchos los usuarios que sufrirían las terribles consecuencias de la decisión adoptada por Google. Es más, a partir de ahora, bajarán en picado las compras de aparatos de la compañía lo que podría llevarla a la quiebra.
¿A quién puedo reclamar? ¿Al fabricante o al vendedor?
Si tienes un smartphones de Huawei y ya no puede cumplir las prestaciones que tenía cuando lo compraste como consecuencia de la ruptura de Google con la compañía china puedes reclamar, según Facua
Si tienes un móvil dentro de los dos años de garantía, presenta la reclamación directamente al vendedor, es decir, al operador de telecomunicaciones que te vendió el móvil o a la tienda donde lo adquiriste. Tienes derecho a una compensación económica.
Si ya has agotado el periodo de garantía tendrías derecho a compensación ante la existencia de un posible incumplimiento contractual. Deberás exigir a Huawei una solución para que tu terminal pueda funcionar correctamente, presentar esta reclamación escrita a la marca y, en caso de no encontrar solución, poner los hechos en conocimiento de los organismos de consumo competentes.
