El Skyr es un yogur islandés que se ha puesto muy de moda… no hay supermercado, y no necesariamente en su rincón gourmet, que no oferte distintas variedades de este producto, que compite con gran aceptación con los postres lácteos más tradicionales
Al Skyr se le atribuyen infinidad de propiedades adelgazantes y nutricionales. Y desde www.cadenadial.com te vamos a contar todo lo que debes saber sobre este eslabón a medio camino entre el yogur y el queso fresco.
Necesita 4 veces más cantidad de leche que un yogur. La leche desnatada es fermentada con distintos microorganismos y coagulada por acción del cuajo. Se producen dos fermentaciones y al resultado de la fermentación se le elimina el suero, de forma que queda un producto mucho más denso que el yogur y con una concentración superior de nutrientes por cada 100 g (destaca su alto contenido en proteínas, de hasta 20 g / 100 g)
Su procedencia islandesa ya es un punto. Todo lo que venga de la Europa nórdica atrae nuestra atención.
Cuando los vikingos poblaban Islandia, hace 1.000 años, empezaron a elaborar su skyr, a partir de leche de oveja, ahora se usa vaca. Sin embargo, son empresas suecas, inglesas, danesas y alemanas las que fabrican skyr.
Para los nutricionista, el skyr es similar a otras leches fermentadas y no tiene propiedades beneficiosas específicas que aventajen al yogur. Quizá sea su alto aporte proteico lo más atractivo para algunas personas, sobre todo deportistas, que quieran incrementar su consumo de proteínas.
Así que, si tienes que elegir, escucha a tu apetito, toma lo que más te apetezca en ese momento y combínalos a tu gusto.
Estos son los ingredientes:
Preparación.
Mezclar 500 centilitros de leche con el zumo de limón. Después, reposar a temperatura ambiente hasta que la leche se corte.
De esta operación obtendremos suero de leche.
Hierve los 3 litros leche restantes a fuego medio. Subiremos el fuego, luego rebajaremos la temperatura.
Mezclamos dos cucharadas de la leche en el suero de leche que hemos preparado previamente. Después batiremos hasta que quede suave y uniforme.
Mezclaremos el suero de leche y el cuajo vegetal con la leche en la olla. Tapar la olla y reposar durante 24 horas.
La mezcla gelatinosa obtenida se cuela con un paño y se deja reposar otras 12 horas o hasta que reduzca 2/3 del volumen.
Colocarlo en un recipiente y batir hasta que se forme una textura uniforme.
¡Ya tenemos el skyr!
Podremos mantenerlo en la nevera durante unas 3 o 4 semanas bien cerrado.
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