El reloj biológico no solo te dice cuando es el momento de tener descendencia. También te avisa de que te estás convirtiendo en tu madre. Así que si cumples alguna de las siguientes premisas… ¡estás en el camino!
Desde «rápido, bébete el zumo, que se van las vitaminas» hasta el clásico «te lo dije». Has logrado sortear el contagio en todos estos años a su vera… hasta hoy. Ahora no paras de advertir a tu pareja con el típico «el día que yo falte…» después de aconsejarle que se lleve una rebequita al trabajo, «que luego refresca».
Ya te quedó claro en la adolescencia que no podías darte un chapuzón después de comer. ¡No habías hecho la digestión! También que tenías que caminar con la espalda erguida y que para hacer un cocido tenías que ablandar los garbanzos. ¿Cuántas veces acudiste a estas sabias lecciones para dar consejos en el último mes? No hay más preguntas, señoría.
Estás en la cola del supermercado y no coges el móvil del bolso, sino que empiezas a hablar con la señora de atrás. El precio del atún, esa oferta de tres por dos o Eurovisión; la excusa para entablar conversación es lo de menos. Eso sí, el tema estrella sigue siendo el tiempo, por supuesto.
Nunca pensaste que dirías aquello de «si te quedas con hambre, te frío un huevo». Vamos, el ‘mi mamá me mima’ de los días en los que tu madre tiene invitados. Evidentemente, haces como ella: da igual que te diga que no… le fríes dos.
Te reías cuando ella no sabía ni qué era WhatsApp, pero el universo digital camina a un ritmo tan frenético que te has quedado desfasado. Ahora los niños de diez años te dan mil vueltas. Asúmelo.
«¿Apagué el horno? ¿Y si he dejado la vitrocerámica encendida…? ¿No dejaría la lavadora puesta?» Te preguntas todo esto al salir de casa, sí, pero eres tan responsable como ella y vuelves para comprobarlo.
Antes eras el alma de la fiesta. Ahora te entra sueño antes de las doce. Donde estén tu manta y tu sofá que se quiten tu copa y la barra del bar. Antes te gustaban los viernes para desfasar. Ahora para acostarte pronto y despertarte temprano, mientras tu hijo salta en tu cama.
Pastillas para el dolor de cabeza, tiritas, jabón desinfectante para las manos, pañuelos… Si tu bolso parece un botiquín, no te estás desviando del camino ni lo más mínimo. Eres un digno hijo de tu madre. ¡Y podrías sobrevivir un mes en una isla desierta solo con esa casa de socorro colgada del hombro!
Suscríbete a la Newsletter de Cadena Dial ¡y sé el primero en enterarte de todo lo que pasa con tus artistas favoritos! Además, consejos de salud, nutrición, estilo de vida, deporte, redes sociales y especiales sobre nuestros premios, conciertos y concursos.
También te va a interesar:
¡Quítate el miedo de ser madre a los 30!
La verdadera razón de por qué tu pareja se parece a tu padre/madre
Entra en CadenaDial.com y súmate al boletín más completo de lo mejor de nuestra música. ¡Únete aquí mismo!
Exprime la vida y lo mejor de nuestra música con Cadena Dial. Emoción, sentimiento, pasión, corazón, afecto, amistad… todo lo que te mueve en tu vida, en tu emisora de radio favorita, Cadena Dial.
Y adéntrate en el Universo Dial en nuestra web. Ponte al día de las novedades musicales, cómo están tus artistas favoritos, entrevistas, exclusivas… Además, consejos de salud, nutrición, estilo de vida, deporte, redes sociales y especiales sobre nuestros premios, conciertos y concursos.