Nos han contado todo tipo de anécdotas. Por ejemplo, un oyente tiene operados los pies de juanetes, al igual que tiene otra operación de hernia inguinal y hasta una cicatriz en la frente dado que se cayó de pequeño.
Otra atrevida nos ha contado que sufrió un desprendimiento de placenta a las 30 semanas de embarazo y tuvo que hacerse una cesárea para tener a su hijo. Por suerte todo salió bien y su peque ya no es tan peque, porque tiene la friolera edad de 20 años. Esa cicatriz en el vientre le ha dejado marca en el corazón.
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