Por ejemplo, una atrevida quería comer caracoles durante su embarazo y estuvo buscando nada más y nada menos que un mes los caracoles por todas partes ya que no era la temporada adecuada.
Por otro lado, a una oyente le apetecía oler tierra u arena, aunque nunca llegó a hacerlo. Otra atrevida tenía antojo de hielo, aunque la última nos contó que su tía solamente quería comer un tipo de membrillo de tres colores cuando estaba embarazada.
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