Pocas cosas parecen más inocentes que un chicle. Seguro que en tu infancia te hartabas de mascar chicles y puede que ahora también. Antes buscabas los más sabrosos y los que te permitieran hacer las pompas más gordas. Ahora, los tomas para refrescarte y por salud bucal. Los tiempos cambian, pero el chicle se estira y permanece.
¿Eres muy de chicles? ¡Cuidado! Aunque tiene sus ventajas, mascar mucho chicle puede ser un problema. ¡Y sin que haga falta tragárselo! (Gran terror de madres y abuelas de antaño).
Los peligros de la goma de mascar
Mascar chicle de vez en cuando y durante poco rato no parece tener ninguna contraindicación especial, aparte de que quede fatal si lo haces con la boca abierta y con ruido de chapoteo en una reunión en la embajada francesa.
Pero sí que puede ser malo para la salud si es una costumbre que sigues a diario, dale que te pego. Si eres de las personas que consume los chicles hasta dejarlos como un garbanzo duro y sin sabor, más vale que te replantees tu vicio.
¿Con o sin azúcar?
Las golosinas no son el mejor amigo de los dientes. Al mascar un chicle normal lo que estamos haciendo es cubrirlos con una capa de azúcar. Y ya puedes imaginar el fiestón que se pegan las bacterias de la boca. El azúcar es su pasión y con este nutriente crecen y hacen sus «cosas de bacterias» a todo trapo. Por ejemplo, llenar los dientes de sarro y provocar las caries. Una boca sana es enemiga del chicle azucarado.
Los chicles sin azúcar son la alternativa más lógica, aunque de momento solo representan un 30 % de los presentes en el mercado. Pero ¡cuidado! Resulta que los edulcorantes que contienen, como el sorbitol, tienen efectos laxantes. De hecho, si te fijas, podrás verlo indicado en el envoltorio del chicle. ¡Si te lo dicen, será por algo!
La diarrea solo es graciosa cuando le pasa a alguien en una comedia. Entonces sí que nos partimos de risa. Pero cuando se convierte en un problema de salud la cosa cambia. ¿Te parece que la sufres con frecuencia? ¿Forma parte de tu vida? ¿Te dan apretones en los peores momentos? Si consumes muchos chicles sin azúcar, ahí podría estar la respuesta.
Mordiscos de tiburón
Si masticas chicle durante mucho tiempo y varias veces al día, quizá desarrolles una poderosa mandíbula de tiburón. Pero también es posible que estés forzando la maquinaria. Concretamente, la de la articulación que permite el movimiento de la mandíbula inferior.
El exceso de mordida puede llevar al desgaste de ese punto y al doloroso trastorno de la articulación temporomandibular. Esto lleva a un desequilibrio en la musculatura de la boca, sobre todo si acostumbras a masticar siempre por el mismo lado. ¿Qué consecuencias tiene esto? Contracción tensa, dolores mandibulares crónicos, desgaste y desajuste de los dientes (que lleva a más caries y caídas), dolores de cabeza… ¡Menudo panorama!
¡Cuida tu boca!
En definitiva, mascar chicle puede estar bien e incluso puede ayudarte con la salud bucal, pero acuérdate de hacerlo con moderación. Unos 10-20 minutos de masticación es más que suficiente para obtener los beneficios y evitar consecuencias desagradables. Y no repitas más de dos o tres veces por día, a lo sumo. El azúcar no es bueno para los dientes y sus sustitutos pueden hacerte protagonizar un anuncio de yogures de los de «me ayuda a…».
Ya lo sabes: ¡cuida tu boca y tendrás mejor sonrisa!
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