Pablo Carbonell se proclamó vencedor del programa con una última cena en la que Lucía Bosé fue protagonista. Ella bromeaba con la apariencia que daba por la calle tratando de camuflarse para que sus seguidores no le pidan fotos: «Se piensan que soy la virgen de Fátima».
Por otro lado, Mila Ximénez continúa «alucinando» dentro de la casa de GH VIP, esta vez descubriendo que su amiga María Patiño apoyaba a otra concursante que no era ella. Ella, que ya da por hecho que va a salir «con la cabeza hecha un Cristo», duda incluso de si le espera trabajo a su salida.
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