Un oyente nos ha contado que él se apuntó en septiembre del año pasado y siempre que iba, miraba las escaleras que tenía que subir para poder llegar a la puerta y se daba la vuelta. Por pereza nunca conseguía hacer ejercicio.
Por otro lado, una atrevida dejó de ir al gym porque no quería ir con el pelo mojado y menos en invierno.
¡Escucha aquí al completo!