Todos cometemos un error que solemos pasar por alto, y que suele ser de lo más común… pero que puede ser importante a la hora de conservar la leche.
Normalmente, tendemos a guardar este alimento en la puerta de nuestro frigorífico y nos parece de lo más normal e incluso pensamos que es el lugar indicado para este producto… ¡pues no! Esto es un error que puede hacer que la leche se conserve por menos tiempo e incluso que la consumamos en mal estado.
La leche debería guardarse en el mismo sitio en el que guardamos todos los productos lácteos… en la balda central de nuestra nevera y en la parte interna de ésta, ya que ahí es donde se conservará mejor debido a la temperatura que encontramos en este lugar.
La puerta del frigorífico, es el lugar donde más cambios de temperatura se dan, de hecho aquí se deberían guardar sólo aquellos productos que tengan conservantes naturales, como las mermeladas o los zumos, entre otros.
Además de guardar los productos en sus respectivas zonas, para su mejor conservación, deberás tener una temperatura adecuada en tu frigorífico, que ronda entre 1ºC y 4ºC, además de evitar guardar productos calientes… ya que estos podrían provocar una subida de temperatura que puede desembocar en una intoxicación alimentaria.
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