Los meses de noviembre y diciembre junto con el frío son ideales para empezar a pillar resfriados. El virus y el malestar suelen apoderarse de una gran parte de la población y limitarnos mucho. Los mocos, la tos, los estornudos e incluso, a veces, la fiebre nos dejan sin ganas de nada.
Esto suele ser un problema bastante desagradable y cuando llegamos a entender lo molesto que puede resultar, más ganas tenemos de terminar con él, así que nada más empezar a sentir los síntomas corremos a la farmacia a llenarnos de un cargamento de pastillas que, en muchos casos, no hacen su efecto.
Pero no siempre tiene por qué ser así, hay trucos caseros que nos vienen muy bien en estos momentos y que rara vez fallan… ¡Coge nota!
Cebolla
Es perfecta para la congestión, aunque es un poco asqueroso con que cortes una cebolla a la mitad y coloques los dos trozos debajo de tu nariz conseguirás que ésta se desate y puedas respirar mucho mejor. Supongo que varias veces vuestras madres o abuelas os han dicho que tengáis la cebolla en la mesita de noche, pues es una buena aliada en estos momentos.
Ajo
Es un alimentos que ha sido utilizado a lo largo de la historia para tratar muchas enfermedades ya que tiene un potente antibiótico natural, la alicina. Para que el ajo haga sus »milagros» es necesario potenciar al máximo este antibiótico, por ello el ajo debe ser fresco y consumido justo después de haber sido cocinado. Será un aliado para los dolores de garganta, la tos, la fiebre…
También podríamos considerar los propoléos como antibacterianos.
Miel
La miel es nuestra mejor amiga en esos momentos en los que los dolores de garganta se hacen insoportables, esto se debe a que la miel contiene glucosa oxidasa una enzima que producen las abejas de forma natural y que es muy buena para nuestro organismo. Para tomarla, opta por un vaso de agua caliente y un chorro de miel con limón… pronto empezarás a sentir la diferencia.
Infusión de tomillo
El tomillo es un antiséptico natural que nos ayuda a aliviar la tos, además nos proporciona un aroma bastante agradable y reconfortante en esos momentos en los que ni hueles. Gracias a que tiene la propiedad de ser un antiséptico natural nos ayuda a reducir la inflamación de las vías respiratorias y por lo tanto calma la tos seca. Si la tos está pudiendo contigo, llena un vaso de agua hirviendo con una cucharadita de tomillo y déjalo durante unos minutos.
Eucalipto
El eucalipto es antivírico, antiinflamatorio y antiinfeccioso y, además, es un aliado a la hora de intentar bajar la fiebre. Todos sus beneficios se deben a que cuenta con un componente natural muy bueno, el cineol. Para servirte de sus propiedades, basta con que llenes un bol de agua caliente y le eches unos gotas de aceite esencial de eucalipto y empieces a respirar los vapores durante unos minutos.
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