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Estas son las crisis más comunes en una relación estable y que pueden provocar la ruptura

La estabilidad en una relación de pareja no implica que nunca más pueda haber una crisis. Las habrá y costará salir de ellas, incluso serán el motivo de una ruptura o una separación momentánea.

-El nacimiento de los hijos. Llegado el momento de tener hijos vuestra relación puede que se sienta tacada. Ellos necesitan demasiado tiempo y vosotros tendréis un distanciamiento lógico. La buena comunicacion es básica para que esto no sea motivo de ruptura.

-El final del enamoramiento de uno de los dos. Puedes creer que tu relación va «viento en popa» pero eso no significa que la otra persona pase por el mismo estado emocional que tu. Se dan casos en los que cuando uno de ellos habla de desenamoramiento el otro entra en crisis de estabilidad y de ahí al fracaso.

-Me atrae otra persona. Estar en pareja no implica estar en una burbuja. Puede que en tu nuevo trabajo, en el gimnasio o en la misma calle encuentres a una persona que te atraiga a pesar de estar enamoradísimo de tu pareja. Recuerda nos enamoramos pero no nos volvemos ni ciegos ni perdemos el sentido de la atracción.

-La convivencia y el compromiso. Lleváis 5 años juntos y habéis decidido iros a vivir juntos, y uno de los dos no lo tiene tan claro como el otro. Cabe la posibilidad de que la otra parte no esté tan de acuerdo o de que esa decisión le de vértigo por el miedo al compromiso. ¡Cuidado con estas crisis!

En el amor nada es seguro, con lo cual tenemos que tener en cuanta que estamos expuestos a posibles crisis. Tenemos que trabajar para que no nos afecten y ante un problema siempre antes una solución.