¿Es un drama perderse la función de mi hijo? Rocío Ramos-Paul resta importancia
Para empezar, este asunto de no poder ir pone de manifiesto un problema recurrente en la sociedad, y es la difícil tarea de conciliar la vida familiar con la laboral.
En todo caso, no es necesario montar un drama por no poder acudir a la función de tu pequeño. El problema, señala Rocío Ramos-Paul, es que hemos sobredimensionado esta actuación por culpa de las típicas películas americanas en las que parece que acudir es un antes y un después en la buena relación familiar.
La ilusión de tu hijo puede estar en cosas más cotidianas
Por eso, los mayores deberán sentarse a hablar con los más pequeños y explicarles por qué les va a ser imposible acudir al festival navideño del colegio. Y, por supuesto, no ir a la función no significa que ya te despreocupes. Quizá sería buen momento para ayudarle con el disfraz o con la canción y que él se sienta querido.
En definitiva, a nuestros hijos nos lo ganamos con el amor que desprendemos en los asuntos más cotidianos: pequeñas conversaciones, curarles una herida, ayudarles con la tarea, acompañarles al médico…
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