No sabe ni cómo ni por qué estaba ese dinero en el bolsillo de su maleta. Lo más divertido de la historia es que querían regalarla… ¡La vida esta vez les sonrió!
Algo similar le ocurrió a Silvia, que encontró 25.000 pesetas en el bolsillo de la chaqueta de su marido. Para mantener la sorpresa, esperó a que saliera del trabajo y él mismo se lo encontrara al ponérsela.
Mientras, a Elena le tocó vivir cómo el ladrón de los retrovisores de su moto se los devolvía porque no valían para la suya. De hecho, él las volvió a instalar como si no hubiera pasado nada. Solo faltaba que ella le diese una pequeña propina.
Y la historia de Juan Carlos ha abierto un debate muy interesante. Él encontró una fuente de loza que daba por perdida porque su expareja no quería dársela. Y precisamente de eso hablaremos mañana: Tras una ruptura, ¿debemos devolver las pertenencias? ¡Cuéntanos al 628547133!
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