Es más que probable que utilices cosméticos para mejorar la salud de tu piel o, simplemente, para esconder algún que otro defectillo que no termina de agradarte. Sin embargo, has de tener bien claro que un cosmético es un producto personal que no debes compartir con nadie.
De hecho, todo cosmético que se aplica en los labios, ya sea lápiz labial, gloss, bálsamo, delineador debe ser de uso personal solamente.
Si no te has decidido a ponerte de parte de los que abogan por dejar de comprar cosméticos, sería adecuado que supieras que compartir tu pintalabios o tu máscara de pestañas, por poner dos ejemplos, podría provocarte las siguientes enfermedades:
– Dolencias que afectan a los labios. La barra de labios o el brillo suelen ser depositarios de pieles muertas y de distintas sustancias que tienes en los labios. Basta con compartirlos con una persona que padezca herpes labial para que te contagies de inmediato. Recuerda que las ampollas son tan antiestéticas como dolorosas.
– Infecciones oculares. El uso de máscara de pestañas supone el lógico contacto del producto con las correspondientes secreciones oculares. Si una persona tiene una leve infección y usa tu cosmético, es más que probable que termines con conjuntivitis o con la inflamación correspondiente.
– Impétigo. Es una infección provocada por el contacto con los restos que rodean las fosas nasales. Se presenta en forma de llagas rojizas con pus que provocan un dolor intenso.
– Molusco contagioso. En adultos se contrae por el uso de un objeto contaminado. Afecta al sistema inmunitario que, todo sea dicho, tendrá que hacer un gran esfuerzo para terminar con él de forma adecuada. Se produce por compartir brochas o esponjas de aplicación de maquillaje.
La respuesta a esta pregunta te la hemos dado en el apartado anterior. Sin embargo, entendemos que quizá comprar varios productos para cada persona del núcleo familiar puede ser caro y poco práctico. Sigue estas normas para evitar problemas:
– Barras de labios, máscaras de pestañas, lápiz de ojos, brillos labiales y similares, no se pueden compartir.
– El maquillaje destinado a los pómulos, al cuello y a zonas que no estén en contacto con fluidos personales se puede compartir, pero usando cada persona una brocha o esponja distinta.
– Las bases líquidas, teniendo en cuenta que han de aplicarse con esponjas de uso individual, también se pueden compartir.
Tras tener en cuenta estos tres factores, hay otro de vital importancia que quizá te estés preguntando: «Si nadie usa mis cosméticos, ¿por qué contraigo conjuntivitis y dolencias similares?».
Porque no limpias correctamente ni las esponjas, ni las brochas, ni los aplicadores. Sí, amiga, esto hay que limpiarlo muy bien con agua templada y jabón neutro para ir eliminando los restos de cosméticos y conseguir evitar que se conviertan en una fuente de bacterias.
Igualmente, recuerda que el maquillaje y otros cosméticos deberían ser usados cuando realmente los necesites y no a diario. Tu piel necesita tener cierto descanso y sería aconsejable que aprovechases esos días para hacerte una limpieza a fondo eliminando residuos que podrían terminar por afectar a tu salud.
Por lo tanto, recuerda que los productos cosméticos no son moneda de cambio y, si no te queda más remedio, apuesta por el uso individualizado de los mismos. Recuerda que cualquiera de las dolencias arriba comentadas bien podrían convertirse en un grave problema de salud en caso de estar viviendo un estado carencial de vitaminas o, sencillamente, una gripe mal curada que haya sobrecargado de trabajo a tu sistema inmune.
Todo lo que hagas por seguir luciendo tu mejor imagen dejando a un lado la enfermedad, bienvenido sea.
También te va a interesar:
Cosméticos caseros «anticrisis»
Adiós a las arrugas ¡con piel artificial!
© Sociedad Española de Radio Difusión, S.L.U.
© Sociedad Española de Radiodifusión realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin de conformidad con el artículo 67.3 del Real Decreto-ley 24/2021, de 2 de noviembre.