Una buena tabla de ejercicios siempre conseguirá que con constancia y esfuerzo bajemos esos kilos de más y consigamos ese cuerpo que tanto deseamos, pero hay ejercicios que nunca pueden faltar en nuestros días de entrenamiento. Hay algunos que gustan más que otros, pero si nos marcamos unos objetivos tendremos que tenerlos, si o si, en cuenta.
Uno de estos ejercicios, a parte de los abdominales y las sentadillas, son las tan odiadas lagartijas o flexiones. Son de esos ejercicios que hasta que no le coges el truquillo o hasta que tu cuerpo se hace »inmune» al dolor no consigues dominar bien y te parece lo peor del mundo, y si… cuesta ponerse. Pero ya os decimos, es un ejercicio que podría cambiar tu cuerpo en tan sólo 30 días. Cuesta, pero los resultados se notan más rápido que haciendo cualquier otra actividad física.
Para que esto de resultado es necesario llevar un entrenamiento progresivo, es decir, ir poco a poco… no somos unos expertos así que lo mejor es empezar a construir la base. Por eso, los expertos recomiendan que este ejercicio se organice en cuatro semanas en las que encontraremos diferentes »niveles». Se empieza con un número bajo de repeticiones y poco a poco se irá subiendo la intensidad.
Los primeros dos días lo recomendable es realizar cinco flexiones con varias repeticiones -mínimo dos o tres- , luego se aumentarán a diez, con el mismo número mínimo de repeticiones. Las flexiones tienen a cargar nuestros músculos, así que intenta tener dos días de descanso entre bloques, evitarás lesiones o contracturas. Aquí, podríamos decir que estamos en la semana de calentamiento, donde tendremos más en cuenta la postura, fundamental para poder realizar un ejercicio correcto y efectivo.
En la segunda semana, se considera que es cuando verdaderamente empieza el reto y se disfruta de él. Aquí, ya notaremos que la intensidad es mucho mayor -si ves que no puedes no te fuerces- las series serán de 12 y de 15 con días de descanso entre medio… ¡ya empieza a costar más! Mantén una postura correcta.
En la semana tres, las cosas se ponen difíciles, se va aumentando el número de 10 en 10, así se pasará de 10 flexiones a 20 rápidamente, por lo que a los 21 días del plan deberías ser capaz de realizar 32 flexiones seguidas… ¿te estás echando atrás? Aquí empieza a tener cuidado, es mucho esfuerzo, así que hazlo con paciencia.
En la semana cuatro y última del plan, los que lo practican deberían realizar 35 flexiones seguidas el día 22 y poco a poco se les aumentaría la cantidad hasta que el día 26 puedas realizar 40… ¡parece imposible!
Para poder alcanzar los objetivos es importante saber manejar la respiración, de ella -y de nuestra fuerza, dependerá que consigamos levantar los brazos y nuestro cuerpo del suelo. Cuando se baja se exhala y cuando subimos inhalamos, es la única forma adecuada de combatir el cansancio. Esto te ayudará a llegar sin problema a los dos días finales, en los que deberías pasar de 40 a 50 flexiones sin esfuerzo.
Este tipo de planes son bastante duros, pero satisfacen muchísimo a quienes lo practican, ya que además de ver resultados notarán que cada vez más son más ágiles y resistentes.
Y tú… ¿te unes al reto?
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