Nos pasamos la vida haciendo cosas mal, pero no cosas que sean nuevas como poner a cargar un móvil de última tecnología o encender esa vitrocerámica que nos acaban de poner en el piso. Hacemos cosas mal al nivel de cómo cocer el agua para los macarrones, cortar el jamón o poner el papel higiénico.
Y es que este último tema trae mucha trascendencia, pues es un elemento que tiene relación con nuestra salud, de modo que debemos aprender a utilizarlo correctamente si no queremos sufrir infecciones cada poco tiempo.
¿Cómo se coloca el papel higiénico?
Todos sabemos que en nuestras casas lo solemos hacer mal. ¿Por qué? Pues muy fácil: si no hay papel higiénico, lo coges rápidamente del armario y probablemente no tengas ganas de ponerte a meterlo en su sitio, por lo que lo dejas caer sobre la pila o encima de la taza del váter… ya lo arreglará el que venga detrás, o tu madre, que ella sabe cómo va eso.
Cuando decimos que el papel higiénico tiene repercusiones en nuestra salud es posible que te mantengas un poco alerta y levantes las orejas como tu perro cuando le enseñas la galleta. Y es que con un simple gesto conseguirás dejar las cosas como deben estar y te ahorrarás una visita al médico.
El borde del papel higiénico irá sobre el rollo
Ya lo hemos dicho, no era para tanto. Si lo pensamos tiene mucha lógica, y es que, si lo dejamos por detrás, pegado a la pared, tocaremos la pared y probablemente todo el rollo. Que si estás en tu casa, vives solo y esa pared y ese rollo de papel higiénico solo los tocas tú… pues no es tanto problema. Pero si, por otra parte, es un baño público o tu casa está más concurrida que la de Los Serrano, no es necesario que compartas gérmenes con media ciudad, ¿cómo lo ves?
Problemas de salud al no poner el papel higiénico bien
Estarás pensando que somos un poco exagerados, pero vamos a contarte las consecuencias de esa dejadez a la hora de poner el papel higiénico en el baño, que no son broma.
Lo principal es el hecho de compartir gérmenes y bacterias. En muchas ocasiones puede suponer algo nimio que no lleguemos ni a notar en nuestro organismo, pero en otras puede que vaya un poco más allá y se trate de un virus como una gastroenteritis o una gripe. Si nos ponemos, es posible ir más allá y pensar en una candidiasis o una enfermedad de esas que escuecen más, sobre todo en las zonas relativas al papel higiénico.
Si te pones a pensar, seguro que no te hace gracia que ciertas personas toquen ese trozo de papel higiénico con el que posteriormente tú vas a limpiar ciertas partes de tu cuerpo.
El pequeño gesto de poner el rollo de papel correctamente
Tu madre te lo ha repetido miles de veces: cuesta lo mismo ponerlo bien que ponerlo mal… Pero a ti eso te da igual, ya que lo importante es ponerlo rápido, o no ponerlo; si total, se va a terminar rápido y se va a tener que volver a cambiar.
Pero si pensamos en las repercusiones que tiene un procedimiento que cuesta 20 segundos realizar (dependiendo de lo bonito que sea el accesorio que hayas elegido), seguro que dedicas ese tiempo a eso y no a buscar vídeos de gatitos que se asustan al ver pepinos.
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