Las relaciones abiertas es uno de los temas que, de vez en cuando, aparecen en ¿Qué falló en lo vuestro? Con este post queremos desmentir los mitos que giran en torno a esta modalidad de relación amorosa.
Cuando hablamos de una relación abierta, nos estamos refiriendo a que entre dos personas, de forma consensuada, se ha decidido que la monogamia no es necesaria para mantener una relación de pareja sana y estable, por lo que mediante un pacto común se establece la posibilidad de mantener relaciones con terceras personas.
El tema sigue siendo muy polémico. La gente se pregunta si de verdad, las parejas con relaciones abiertas son más felices, maduras y sólidas. Sin embargo, hay otros que mantienen que estas relaciones incitan a que haya inestabilidad. La sexualidad humana es un terreno que se ubica a medio camino entre la biología y la cultura. Así que, defender argumentos que aluden solamente al instinto, es un error. Igual, que suponer que debe primar la cultura (de la monogamia).
En este post queremos romper con los mitos que giran en torno a las relaciones abiertas, y daros algunos consejos básicos para que pueda funcionar. Así, que aquí os dejamos algunos consejos
1.La base debe ser una relación sana: si estás pensando en proponerle a tu pareja tener una relación abierta, deberéis tener total confianza el uno con el otro. Es indispensable que la pareja tenga un vinculo fuerte. Aunque no siempre tiene porqué ser así, una pareja que funciona bien tendrá más probabilidades de éxito al abrir su relación que otra en la que no exista cierto grado de bienestar y confianza.
2. Establecer normas y límites: una pareja, al fin y al cabo, es un contrato entre dos personas. Debéis tener claro lo que aceptáis y lo que no. De este modo, evitareis malentendidos y confusiones. Queda claro que, al igual que es necesario establecer una serie de reglas, es indispensable que estas se cumplan, puesto que lo contrario supone estar engañando a la pareja en cualquier sentido. Por supuesto, estas reglas pueden tener cierta flexibilidad y son susceptibles de ser modificadas para ajustarlas mejor a las necesidades de la relación.
3.Olvidarse de los celos: si tiendes a ser una persona celosa, da por seguro que este tipo de relación no es la más idónea para ti. Teniendo en cuenta que la idea de base de las relaciones abiertas es que uno o ambos componentes de la pareja tienen permitido mantener relaciones íntimas, tanto sexuales como afectivas con otra persona, los celos no tienen cabida.
4.Disponer de tiempo para la tu pareja: el hecho de pasar tiempo con otras personas no debe suponer el descuido de la relación de pareja. Para poder mantener este tipo de relación en el tiempo es necesario proteger y cuidar la relación día a día.
5.Las relaciones abiertas NO son una justificación para la infidelidad: al contrario de la creencia popular, las personas en relaciones abiertas no están necesariamente infelices con sus parejas actuales, en falta de amor, o buscando apartarse.
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