Sobre la importancia de la almohada para el cuello, la espalda y hasta los maxilares te han hablado largo y tendido. Podrías elaborar una tesis con toda la información que has leído aquella vez que te hiciste esa contractura o buscaste como solucionar el dolor de espalda o te creíste el rollo de la butterfly pillow que te vendían en la teletienda y caíste en la trampa de comprarla.
Esta comprobado que si el cuello se encuentra en una posición incorrecta, el resto de la espalda se verá afectada. Una buena almohada, con un grosor adecuado para tu fisionomía y tu forma de dormir realzará los efectos de un buen colchón. Por supuesto, si no es adecuada, tu organismo te lo hará saber.
Pero hay algo más, ¿Sabes que tu almohada puede ser la culpable de que te salgan esos horribles granos en el rostro?
¿Sabías que…
las primeras almohadas fueron utilizadas ya en la antigua Mesopotamia y en Egipto. Se han descubierto varias en las tumbas de los faraones para que pudieran utilizarlas en su sueño eterno. También en Asia, las dinastías chinas usaron almohadas de madera, bronce, bambú y porcelana para que dormir fuera más placentero
Los granos culpa de tu almohada ¡flipa!
Podrías estar durmiendo con el enemigo. Y no, no nos referimos a ese incómodo mosquito que se cuela en tu habitación cuando enciendes la luz cada noche. Ni siquiera, a tu pareja, que campa a sus anchas por el colchón y es la causante de que te des de bruces cada madrugada con la moqueta. Hablamos de ese elemento que te da una de cal y otra de arena. Te proporciona descanso, sí, pero, mientras roncas plácidamente y se te cae la baba por la comisura de los labios, te está dando el beso de Judas.
Por si aún no tienes dotes adivinatorias, desvelamos la incógnita. Ese amigo que te está apuñalando por la espalda es, en realidad, amiga, y su nombre es… ¡almohada! Puede que te ayude a paliar tus dolores de espalda, pero ¿en qué te está perjudicando? ¿Le come la cabeza a tu subconsciente para que tengas pesadillas? ¿Te aconseja lo contrario a lo que debes hacer con ese trabajo que te está consumiendo? ¡Nada de eso!
La respuesta a tu acné está en tu almohada
No hablamos de vecinos como un lunar en la mejillas o unas graciosas pecas en la nariz. No. Últimamente tienes que convivir con desagradables habitantes rodeados de pus que encuentran refugio en lo que un día fue una bonita piel.
Los números
El acné ha poblado tu cara. ¡Y no eres el único! Según las estadísticas, en torno al 55 por ciento de las personas entre los 20 y los 40 años posee acné persistente de bajo grado y piel grasa. ¿Estrés? ¿Polución? ¿Problemas en el sistema digestivo? ¿Las bacterias que arrastra tu teléfono móvil? Por supuesto, estos son algunos de los causantes. No vamos a cargar todas las culpas a tu compañera nocturna, pero… acéptalo, tu almohada está en el ajo.
¿Cómo actúa la acusada?
Los expertos explican este fenómeno atendiendo a las sustancias que se adhieren a tu almohadón. Al parecer, y aunque no lo percibas, está lleno de suciedad, de polvo, de aceite… Todo esto obstruye los poros de tu cara. ¡Durante ocho horas! Y eso, en el mejor de los casos. Si duermes como una marmota, darás la bienvenida a un ejército de puntos negros que no se irán ni con agua caliente.
¿Hay remedio?
¿La solución más efectiva? Pues hasta que un ser superior te conceda el poder de dormir de pie, deberías tomar una serie de precauciones. Para empezar, muda tus sábanas de forma más asidua. No esperes a echarlas al cesto de la ropa sucia cuando cambiamos de estación. Otra de las medidas importantes es desmaquillarte antes de acostarte. Este consejo lo conoces bien, pero sigues haciendo caso omiso, ¿verdad? Como el que oye llover, que diría tu madre…
No solo debes cuidar tu rostro antes de tumbarte en el colchón. También debes atender al aspecto de tu pelo. Esa preciosa melena no se cuida sola, de acuerdo, pero ¿no podrías esperar a que amanezca para embadurnarte las puntas con ese producto aceitoso a más no poder? La hidratación con sustancias oleosas propicia erupciones cutáneas al estar en contacto continuo con tu almohadón. ¡Y no queremos eso!
Ya lo has visto. Eliminar el acné de tu rostro puede ser cuestión de horas si la causa es la almohada. Con unos sencillos gestos no solo mantendrás una tez libre de granos, sino que dormirás plácidamente sabiendo que te levantarás con una cara de escándalo.
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