Aseguran que estar cerca de la naturaleza alarga la vida. La tasa de mortalidad disminuye un 34% ya que hay menos enfermedades respiratorias y pocas posibilidades de tener cáncer.
Seguramente muchos atrevidos aprovechen la Semana Santa para ir al monte rodeado por árboles y fauna. No hay mejor remedio que la naturaleza. Además, es una manera de poder despejar la mente y olvidarnos por completo del trabajo e incluso para que los niños se olviden del cole por unos días.