La cuestión es que hoy nuestro humorista se hizo pasar por el mayor responsable de la empresa, una persona sin paciencia alguna. Es por ello que llamó pesado al señor tras un minuto de conversación. No hubo buena conexión entre ellos, hasta tal punto que el atrevido se dirigió a Montalvo como «chorizo«, de locos…
¡Escucha aquí la bromita!