La anchura de tu cara oel diámetro de tu pupila revelan, según la ciencia, aspectos sobre tu personalidad y tu inteligencia. ¿Y qué hay de tu sexualidad? Atendiendo a los entendidos, aquel mito que relaciona el tamaño de tu nariz con el grado de fogosidad entre las sábanas se antoja un tanto descabellado. Vamos, que la virilidad de Julio César quizás no fue tanta como se le ha atribuido. Nunca lo sabremos…
Si la tuya es diminuta, no cantes victoria aún, ya que los estudiosos han examinado otros aspectos que conectan a este cartílago con el deseo. Se trata de detalles que pueden convertirte en alguien con impulsos sexuales desenfrenados o, por el contrario, en un triste, carnalmente hablando. Estés conforme o no con esta parte tan relevante de tu cara, has de saber qué va diciendo de ti.
¿Dónde empezó el mito?
El mismísimo Freud retomó antiguas creencias sobre el tema que nos ocupa. El padre del psicoanálisis dio el visto bueno a las intervenciones quirúrgicas en esta zona en individuos con trastornos neuronales de origen sexual. Seguramente te llevarás las manos a la cabeza, y no te falta razón.
Pero también debes saber que los expertos del siglo XXI aseguran que la nariz forma parte del proceso sexual, tanto que es capaz de influir en la elección de tu ser amado o, incluso, de causar el número de encuentros sexuales y localizar tus emociones. ¿Nunca habías sospechado del poder de tu nariz?
La capacidad olfativa y las señales lascivas
Según varios estudios, el punto de desarrollo en el que se encuentre el sentido del olfato resulta determinante en la cifra derelaciones carnales. ¿Cómo puede ser esto posible? Al parecer, un grupo de psicólogos de una prestigiosa universidad han determinado que aquellas personas con peor olfato se manifiestan más inseguras en el tema sexual, pues este sentimiento provoca que no perciban con exactitud las muestras libidinosas por parte del otro individuo. Esto puede servirte de excusa: no ha ido a cenar contigo porque su capacidad olfativa no es correcta.
¿Qué es la anosmia congénita?
Esperemos, de todas formas, que no hayas nacido con aquello que la ciencia denomina anosmia congénita que, básicamente, consiste en la ausencia de olfato. Si es así, tampoco hay que perder el norte. Para eso existen las miradas, los gestos y las palabras, ¿no crees? Simplemente, has de utilizar tus armas.
Los tipos de nariz humana
Existe un sinfín de tipos, pero los básicos son, según los expertos, unos catorce. La lista incluye la nariz griega (recta), la carnosa (se trata de la más frecuente), la de halcón (aguda), la nariz con arco, la nariz torcida, la nubia (con base amplia)… Los estudiosos aseguran que este cartílago no solo está relacionado con una parte de nuestro comportamiento sexual, como hemos visto, sino que puede revelar aspectos de nuestro carácter.
¿Tu nariz es grande? Entonces, cuentas con una gran capacidad de liderazgo y, en ocasiones, te gusta ir por libre. No sucede así si el tamaño es menor. En este caso, te caracterizas por tu valía cuando resulta necesario trabajar en equipo. Eres el primero que arrima el hombro por el bien común. Si tu nariz es larga, eres capaz de oler los negocios a kilómetros.
Si no, la ambición brillará por su ausencia en tu forma de ser. ¿Eres optimista? Quizá tenga la culpa esa naricilla puntiaguda que te adorna. Por otro lado, si tu forma es ondulada, destacarás por tu gusto por la naturaleza; mientras que si tiende a la rectitud, es porque eres una persona inteligente y metódica.
Nuestra nariz revela más de lo que creemos sobre nuestra sexualidady otros aspectos de nuestra personalidad. ¿Y tú, te identificas con tu tipo de nariz?
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