El trauma de viajar con niños ha de desaparecer de tu mente de inmediato. Si vas a hacer un viaje en coche no te olvides de llevar todo lo necesario para que se distraigan. Incluye juegos, películas y música que pueda ayudarles a pasar el tiempo lo mejor posible. Algo que nunca falla es una bolsa llena de comida, barajas de cartas y juguetes varios.
Si vas al extranjero, empieza tu tarea varias semanas antes de tu partida. Darles libros de viajes para que vayan conociendo el país poco a poco e incluso encontrar alguna película relacionada sería más que interesante. Recuerda que, aunque seas tú la persona que reserva el hotel y la que diseña el viaje, ellos también son una parte importante que no debes obviar.
– Escoge un hotel con animación infantil. Que tengan a su disposición una piscina y varios animadores para que no dejen de divertirse es una de las mejores opciones para los más pequeños.
– Consigue una pulsera impermeable e incluye una ficha con el nombre y tu número de contacto. Así, facilitarás la tarea de los trabajadores del establecimiento escogido.
– No te olvides de la sillita del coche y del cochecito. La primera por la normativa de la Dirección General de Tráfico (DGT), la segunda para poder pasear sin demasiados problemas.
– Equipaje razonable. Dependerá de tu destino, pero no cargues demasiado las maletas de los niños. Varias camisetas, dos pantalones y dos tipos de calzado son más que suficientes.
– Prepara tu viaje a conciencia. Aunque tu interés sea ver una catedral en concreto o un museo, no olvides que en muchas ciudades hay espacios más interactivos que permitirán que los niños aprendan y se diviertan al mismo tiempo. Busca todas estas opciones y no dudes en apostar por las visitas teatralizadas. ¡Les encantan!
– Háblales del viaje. Recuerda que, en muchas ocasiones, los niños no dejan de preguntar y de molestar por no saber qué está pasando. Si conocen tu plan de viaje y qué van a hacer cada día estarán más tranquilos.
– Ten a mano su juguete o chuchería preferida. Es más que posible que a cualquier niño le dé por montar un gran escándalo en cualquier momento. Para evitarlo, lleva siempre lo que suele calmarle en tu casa.
– Revisa bien el tipo de transporte y qué ofrece cada compañía. En muchas ocasiones, hay limitaciones y problemas para viajar con niños. Por suerte, hay otras que disponen de servicios específicos que convierten cada viaje en una experiencia mucho más placentera. Escoge bien y notarás la diferencia.
Viajar con niños ha de convertirse en una de las mejores maneras de disfrutar de tus vacaciones. Olvídate de los rumores y de los traumas. Por más que griten, que te pregunten, que jueguen y que te pongas nervioso, los niños han de serlo siempre y son los mejores compañeros de viaje.
No te preocupes tanto, todo saldrá a la perfección. Ármate de paciencia y, sobre todo, escoge bien tu destino. El tiempo te dará la razón y tus vacaciones serán tan inolvidables como siempre soñaste. ¡Prepara tus maletas y disfruta!
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